Y PASÓ LA GRAN NOCHE...

Bueno, que decir de la subida nocturna a Las Corzas. Aprovechando esa maravillosa noche de "luna llena ausente", 15 majaretas de la biela se encaminaron en una aventura que nadie sabia como acabaría. Tras muchas pedaladas y una caló de puta mare fuimos llegando a Hoyo de Don Perico, y tras hacer un recuento del personal me di cuenta de que algo ocurría. Como eramos tanta gente y estaba tan oscuro solo pude contar las bombillas que veia encendidas. Aplicando mis conocimiento de matemáticas y después de haber contado 2328 bombillas, las multiplique por el coseno de pi (3.14 y pico pal que no lo sepa) y aplicándole un índice corrector llegué a la conclusión de que sobraba alguien. Me salían 16 personas. Entonces decidí aplicar otra formula hasta ahora desconocida para la mayoría de los humanos. Con mi fonoescopio marca Acme conté las voces que se escuchaban en la oscuridad, pero cual seria mi sorpresa cuando en la pantalla digital me salio el siguiente mensaje."Alguien está charlando por los codos. Dile que se calle que me esta liando". Tras ello desistí del recuento y que le diesen al que no llegará. Continuamos nuestro periplo hacia la cumbre en busca de esa puta luna que alguien se llevó. Cuando llegamos a la cumbre, sentimos en nuestro rostro una densa niebla que impedía la visión y una gotas de un liquido pegajoso que no alcanzaba a adivinar de que se trataba. Era el Chati que había escupido y me cayó encima. Allí decidimos volver hacia la civilización comandando y encabezando la partida Don Luciano, que con gran sutileza y maestría nos llevó hacia buen destino. Aunque alguno se trajo un clavo de más y un resfriado de sobra, la aventura mereció la pena y ya cuento los días que faltan para la próxima. Publicaciones ENGA ENGA.